Lo peor ha pasado. Atrás quedaron los días de angustia y las esperas en la antesala de la Unidad Coronaria y es hora de regresar a casa, a las actividades cotidianas y a la vida laboral, social y plena. Pero para que el retorno a las actividades no produzca situaciones indeseables, su médico le indicará un plan de acción para reintegrarse de manera cautelosa, progresiva y con ciertas limitaciones.